viernes, 25 de julio de 2008

La ganadería majorera está en la cuerda floja por las subidas en los costes de producción

El proceso de intensificación de la actividad ganadera se puede realizar en Canarias gracias a los insumos del exterior. El pastoreo fue una actividad cotidiana en las islas, aunque siempre reñida con los cultivos cercados, y con la climatología del año. Por otro lado, en sitios como Fuerteventura, el sobrepastoreo aceleró los índices de desertificación, al haber superado con creces la capacidad de carga del territorio. La actividad pastoril, sin embargo, siempre ha sido clave en la economía rural isleña, hasta hace pocas décadas.

Los incrementos de los precios de los cereales (piensos para la “ración” del animal), y de los carburantes son los factores que están invirtiendo el destino de este sector. La pequeña escala relativa de las instalaciones ganaderas, la lejanía con respecto a los mercados y a sus abastecedores de insumos principales, la pérdida del poder adquisitivo interior, la competencia con productos subvencionados a través del Régimen Específico de Abastecimiento (este último factor importante, pero no el único, como podemos ver) son los restantes factores que hacen vulnerable esta actividad.